Datos de Gran Canaria

Hemos puesto a vuestra disposición en esta sección algunos datos de interés sobre Gran Canaria, y lo hemos dividido en los siguientes apartados:

Distintas secciones de información de Gran Canaria:

· Población de Canarias y Gran Canaria
· Población y Evolución
· Factores Económicos
· Léxico Canario - Habla Canaria
» Historia de Gran Canaria y de Canarias
· Leyendas Canarias
· Mitología Canaria

Historia de Gran Canaria

Origen de las Islas Canarias. Los canarii de Tamarán, los guanartemes y los reinos de Gáldar y Telde en Gran Canaria. La Conquista de las Islas Canarias. El Real de Las Palmas y la Fortaleza de Ansite. Los piratas y sus invasiones. Época de transición a la época moderna. Comienzos de la actividad turística.

Origen de las Islas Canarias

Hoy en día se puede constatar que el origen de las islas es volcánico. Atrás en el tiempo quedan varias leyendas canarias y mitos canarios. En la mitología, Platón hablaba de la Atlántida, ese gran continente sumergido en una zona aproximada sobre la que posteriormente se erigieron las Islas Canarias. En lo que respecta al origen de los habitantes prehispánicos que poblaban las islas anteriormente a la Conquista, también son varias las teorías al respecto. Como fecha del primer poblamiento se señala el primer milenio A.C., y actualmente han ganado peso las teorías que unen, la población aborigen con el ámbito norteafricano y el entorno cultural de los bereberes. Sin embargo, las crónicas de la Conquista señalaban a los aborígenes como "hombres muy altos, rubios y de ojos claros". De ahí las dudas que surgieron sobre su origen.

Los Canarii en Gran Canaria

Los guanches es el nombre genérico usado para referirse a los antiguos pobladores de Canarias. Sin embargo puede afirmarse que dicho término hace referencia en un principio a los aborígenes de Tenerife. Cada isla tenía su nombre específico y en Gran Canaria se llamaban canarii o canarios. A su vez cada isla tenía su rey o monarca. En Gran Canaria, era el guanarteme y en Tenerife el mencey. Existían clases, constatándose la división principal entre nobleza y pueblo. El único canarii, que perteneciendo al pueblo llegó a ser guanarteme fue Doramas, dato que señala la fuerte estratificación de la sociedad prehispánica.

Por otro lado la isla, Tamarán para los aborígenes, estaba dividida en 10 reinos o guanartematos, aunque poco antes de la Conquista se unieron en 2 grandes reinos: el de Gáldar y Telde. La población aborigen en la isla se calcula podía estar sobre los 50.000 individuos. Un dato importante del que se tiene constancia, es que los primeros pobladores habían perdido por completo los conocimientos de navegación, ello motivó que cada isla se desarrollara culturalmente de forma diferente a las demás.

La Conquista de las Islas Canarias

La Conquista de las Islas por la Corona de Castilla duró casi cien años, desde 1402 a 1496 y supuso la práctica desaparición de la totalidad de los elementos culturales de la población aborigen. En 1478 los Reyes Católicos ordenan la Conquista de Gran Canaria tras varias tentativas fallidas -anteriormente ya habían caído Lanzarote, Fuerteventura y el Hierro-. La Conquista de la isla duró cinco años de cruentos combates, donde los pobladores aborígenes ofrecieron una heroica resistencia. El 24 de Junio de 1478, el capitán Juan Rejón al frente de 600 hombres zarpados el 28 de mayo del Puerto de Santa María, después de haber llegado a las inmediaciones de la Isleta -aunque su destino original era la Bahía de Gando- fundaba el Real de Las Palmas, en la zona de la actual Ermita de San Antonio Abad en el barrio de Vegueta. Esta fecha se considera también como la fecha fundacional de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. En el Real de Las Palmas -se le había puesto ese nombre por el palmeral existente a la derecha del Guiniguada- se instalaría el campamento desde el cual comandaría la conquista de la isla. Juan Rejón fortificó el campamento y se hizo con la zona nordeste de la isla tras breves contiendas con los aborígenes. Tres años después con la llegada de Pedro de Vera, nombrado gobernador de Gran Canaria, envió encarcelado a Juan Rejón de vuelta a la Península, por varios conflictos internos principalmente con el Dean Bermúdez y por el fracaso de sus campañas hacia el interior de la isla.

En dicho año 1481 se abre una nueva etapa en la conquista de la isla, con Pedro de Vera como jefe indiscutible de los castellanos. La toma del guanartemato de Gáldar por Alonso Fernández de Lugo, haciendo preso a su guanarteme, Tenesor Semidán, enviado después a Castilla y convertido al cristianismo con el nombre de Fernando Guanarteme, supuso un considerable avance en la conquista de la isla.

La resistencia aborigen se trasladó posteriormente a las zonas montañosas del interior, donde Bentejuí con el apoyo del Faycán de Telde y de las princesas galdenses, Masquera y Guayarmina organizó la última resistencia aborigen. Tras algunas victorias parciales en Ajódar y Bentayga, los aborígenes deponían finalmente las armas el 29 de abril de 1483 en la Fortaleza de Ansite con la mediación de Fernando Guanarteme. Sin embargo, Bentejuí y el Faycán de Telde se despeñaron para no entregarse a las fuerzas castellanas.

Los Piratas y sus Invasiones

Tras la conquista, durante el siglo XVI se produjeron varios intentos fallidos de invasión por parte de piratas con el fin de hacerse con los botines provenientes de América. Destaca la flota del pirata Sir Francis Drake al mando de 27 naves, quienes pretendían desembarcar en la playa de Santa Catalina y quienes llegaron a destruir prácticamente los castillos de la Luz y de Santa Ana. Sin embargo a pie de playa, Pamochamoso y sus hombres resistieron el intento de desembarco y Drake tuvo que proseguir su ruta. Ya en 1599 se produjo otro intento de invasión más numeroso y también por sorpresa. El almirante holandés Van der Does al mando de 73 navíos y 9.000 hombres, tras una dura resistencia logra desembarcar y hacerse con los fuertes de la capital. Pamochamoso al mando de los isleños se retiran hacia el interior llevando consigo sus tesoros y montando en Santa Brígida su nuevo centro de operaciones. Van der Does decide adentrarse en el interior por un territorio que desconoce y donde sus tropas son vencidas y derrotadas por los isleños -a los que se había unido un contingente desde Tenerife-. Abandonan todo el armamento que llevan y queman todo a su paso convirtiendo la ciudad en una gran hoguera. Al llegar a los arenales embarcan en sus naves y abandonan la isla de Gran Canaria. Después intentarían invadir la Gomera -pero allí ya prevenidos para el ataque- vuelven a ser derrotados.

Transición hasta la Época Moderna

Durante los siglos XVII, XVIII Y XIX las islas sufrieron de otras tentativas de invasión -turcos en Lanzarorte y Sir Robert Blake en Tenerife-. También sufrieron de otros azotes como epidemias de peste, sequías y hambrunas que diezmaron de forma considerable la población isleña sobretodo en las islas de Fuerteventura y Lanzarote. Erupciones volcánicas principalmente en la isla de Tenerife como la de Garachico a finales del S.XVIII -la última erupción en las islas es la del volcán de Teneguía en el año 1971-. A esto hay que unir un gobierno colonial en el que legislaban jueces prevaricadores, y dominaban déspotas generales que hacen suponer que el Siglo de Oro español no tuvo su máxima expresión en Canarias.

Sin embargo el panorama de Gran Canaria y Canarias en general mejora considerablemente con la instauración de los puertos francos a mediados del S. XIX. Un régimen especial económico instaurado para mejorar las relaciones comerciales del archipiélago canario. Las exenciones fiscales y facilidades para el libre comercio, actúan como el mejor atractivo para que el número de barcos ingleses y compañías navieras que recalan en las Islas se multipliquen. Ese tráfico de barcos fue precisamente el causante de que en Gran Canaria se desarrollase la actividad turística, que con el transcurrir de los años se convertiría en la principal fuente de ingresos de la Isla y la colocaría como uno de los principales destinos turísticos del mundo. A partir de la segunda mitad del siglo XIX, Gran Canaria comenzó a popularizarse entre los europeos como centro de descanso para turistas y enfermos, lo que fue aprovechado por las compañías navieras que, en sus desplazamientos, acomodaron camarotes para viajeros. Así se crean también los primeros hoteles en la isla, como el Santa Catalina en 1890 -el único de aquellos primeros hoteles abierto en la actualidad-. Así se iniciaría la actividad turística que domina la economía de Gran Canaria en la actualidad.

Esa incipiente actividad turística se vería interrumpida en pleno S. XX por las dos guerras mundiales y no sería ya hasta la década de los 60 cuando el turismo comienza a desarrollarse en toda su extensión en la isla de Gran Canaria. El primer vuelo chárter que aterriza en la isla sucedería en la navidad de 1957, un avión de la compañía sueca Transair AB con sus 54 plazas ocupadas. Con ello Gran Canaria se iniciaba en el turismo organizado de masas y en el negocio turístico moderno.